La tecnología de impresión 3D se ha utilizado en una variedad de campos, desde la medicina hasta la ingeniería. Sin embargo, en esta ocasión, un equipo de ingenieros de la Universidad de Columbia y la Universidad de Pace ha utilizado esta tecnología para crear algo un poco más dulce: Tartas de queso.
Los ingenieros han desarrollado un método de «cocina digital» que utiliza una impresora 3D especial para crear tartas de queso de varias capas. Para demostrar su técnica, los ingenieros utilizaron siete ingredientes clave: galleta, mantequilla de maní, Nutella, puré de plátano, mermelada de fresa, cereza y glaseado. Las tartas se cocinaron utilizando láseres de alta precisión, lo que añadió un toque futurista a la creación. Sin embargo, una de las principales limitaciones del estudio es que se desconoce el sabor de las tartas.
Los ingredientes y el proceso
Además de demostrar que la impresión 3D puede crear tartas de queso con éxito, se llevaron a cabo pruebas para descubrir qué ingredientes y técnicas de cocción eran las más adecuadas para su método de «cocina digital». Según los resultados de las pruebas, las galletas «graham» fueron las mejores para formar la base de cada capa de la tarta. Por otro lado, la mantequilla de maní y la Nutella se utilizaron como capas de soporte para sostener los ingredientes más blandos, como la fruta y la mermelada.
En cuanto al proceso de cocción, los ingenieros utilizaron láseres de alta precisión para calentar los ingredientes. Esta técnica de cocción es descrita por los investigadores como similar a tostar una crème brûlée con una llama viva, pero controlada con precisión milimétrica.
¿Alimentos 3D Perjudicial para la salud?
El estudio, publicado en la revista Nature, admite que los alimentos creados con esta técnica se consideran alimentos ultraprocesados, que según muchos estudios recientes son perjudiciales para la salud. Sin embargo, sostienen que este método de cocción puede ayudar a resolver dicho problema, ya que es posible calibrar con precisión el contenido de nutrientes y calorías de los alimentos.
«Tenemos un enorme problema con el bajo valor nutricional de los alimentos procesados«, afirma en un comunicado la profesora Christen Cooper, autora del estudio y miembro del Departamento de Nutrición y Dietética de la Universidad de Pace.
«La impresión 3D de alimentos seguirá produciendo alimentos procesados, pero tal vez el lado positivo sea, para algunas personas, un mejor control de la nutrición, es decir, una nutrición personalizada. También puede ser útil para hacer los alimentos más apetecibles para las personas con trastornos de alimentación, imitando las formas de los alimentos reales con los alimentos de textura tipo puré que estos pacientes (millones solo en EE.UU.) necesitan”, señala el profesor Cooper.
Además, lo autores también argumentan que la autonomía de la cocina digital puede reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos, ya que implica menos manipulación humana.
Otros puntos a favor
Por si fuera poco, sugieren incluso que la impresión 3D podría utilizarse para hacer más sostenible la producción de alimentos.
«Imprimir alimentos también puede permitir una considerable sostenibilidad medioambiental. Los ingredientes podrían obtenerse y procesarse para el consumo local, lo que ayudaría a los agricultores y proveedores de alimentos locales. Señalan también la capacidad de esta tecnología para ayudar a producir productos como carnes de origen vegetal, algas y proteínas no convencionales de menor costo para los consumidores», escriben los autores del estudio.
«Los alimentos impresos y cocinados con láser también ofrecen oportunidades a los fabricantes para prolongar su vida útil, ya que el calor, la luz y el oxígeno que intervienen en el proceso pueden controlarse a escala milimétrica. Por último, también podría reducirse el desperdicio de alimentos, puesto que los usuarios solo imprimirían los ingredientes que desean consumir«, añaden.
Está por ver si las tartas impresas en 3D llegarán pronto a las pastelerías. Sin embargo, parece cada vez más probable que la impresión 3D desempeñe algún papel importante en el futuro de la producción de alimentos.
Editado por Erick Elola con información de IFL Science y Nature.