En base a microalgas, científicos de la Start Up israelí Brevel, crearon una proteína “fantasma”, ideada para suplementar productos de origen vegetal y que no posee ningún efecto sobre la textura final de los alimentos.

Para llegar a este producto los investigadores trabajaron con la Chlorella, una microalga de agua dulce con muchos beneficios para la salud. A partir de ella generaron un polvo blanco que tendrá como destino quesos veganos, además de huevos, pescados y mariscos de origen vegetal.

El descubrimiento de esta empresa es notable por varios motivos: el primero, es que consiguieron desarrollar una manera de quitarle el sabor a la Chlorela, que si bien ya es utilizada como suplemento por sus propiedades, tiene un sabor muy fuerte y desagradable, propio de las algas marinas.

Como segundo punto, los expertos lograron perfeccionar una fórmula para cultivar una versión de la Chlorella alta en proteínas, necesaria para la elaboración del producto. Brevel se valió de dos años para llegar a este punto.

La Start Up ya se encuentra construyendo una planta en Israel, donde podrá procesar 900 mil litros de algas al año, que se espera puedan llegar a los mercados a finales de este 2023.